Cada vez que he paseado a Nala, me he centrado tanto en ella
que me he olvidado de todo lo demás. Es mi verdadera terapia, soy adicto a esa sensación
de felicidad inmutable que transmite. Adicto a esa sensación que recorre todo mi
cuerpo, y que solo percibo con mi cámara, el buen sexo y el sonido de las
carcajadas. Durante casi dos años estado ligado a un ser vivo que he visto crecer.
Hoy, lo vivo a cuenta gotas desde la distancia. Y muchas veces recurro a nuestros
momentos. Si me preguntasen que echo en falta, es su compañía. Quizás es ese
amor incondicional, del cual no estaba preparado, me ha marcado para toda la
vida. Su protección y fidelidad me han hecho muchos momentos infinitamente
menos difíciles. Es paradójico pero esa conexión es inexplicable. Y no encuentro
las palabras adecuadas, simplemente vivo con esa sensación de que la
felicidad existe, que aparece sin avisar y de formas tan distintas. Sé que
nunca leerá estas palabras, que jamás me entendió todo lo que le dije aunque muchas
veces me miro tan fijamente a los ojos que solo le falto contestarme. Sé que su
mayor premio era tirarme al suelo con ella, abrazarla y rascarla mientras le decía
todas las absurdeces que la felicidad te hace pronunciar. Sé que tardare en
volver hacerlo, espero que jamás olvide mi olor, mi voz y mi amor absoluto,
porque… yo jamás lo hare.
Sé que estará bien, se que estaré bien por ello.
¡Feliz Cumpleaños mi pequeña!
<3 x <3
Sé que estará bien, se que estaré bien por ello.
¡Feliz Cumpleaños mi pequeña!
<3 x <3
